Estar firme a la tierra,
una atadura a la realidad,
enloquece a cualquiera que posea alas.

Un simbiote de su propia fantasía,
aquel que en sueños camina de la mano de la libertad,
no entiende razones para no emprender el vuelo
y permanecer envuelto en verdades descoloridas.

Pero eventualmente el abismo se corona vencedor...
y es entonces cuando el iris del alma se desvanece,
y es entonces cuando las plumas llueven desde tu mente,
y es entonces cuando el puro cristal del espíritu se ve empañado,
y todo se vuelve nada
y la luz te ciega...
¿O es acaso la oscuridad?

Recuerda,
la verdad no es distinta de la flor del viento...

entonces abriras tus ojos
y te darás cuenta de que no es un sueño
que has empezado a creer en ti
y que ahora tus alas
son tu corazon
y en tu mirada se reflejan las brisas del mar
junto con la suave armonia de las hojas de algun arbol
con esa sensacion de LibertaD